Es por todos sabido que no entendemos una celebración sin música. Por ello, una de las partidas del presupuesto debe estar destinada a este menester. Bajo mi criterio, una bastante importante, ya que lo que hace de una fiesta un éxito, es la ambientación de la misma y, dentro de este concepto a parte de la decoración (a la que le dedicaremos una entrada íntegra) la música se lleva gran parte del protagonismo.
La podemos utilizar como hilo conductor, para contar vuestra historia e incluso para hacer segmentaciones dentro del propio evento diferenciando la ceremonia del cóctel, el banquete y estos a su vez, de la fiesta, confiriéndoles a cada uno de ellos un estilo distinto. Lo que debéis tener claro es cuál o cuáles de los diversos géneros musicales existentes queréis que formen parte de vuestro día, y buscar el momento propicio para que cada uno de ellos luzca y sea disfrutado.
Elegir si preferís música en directo o por el contrario reproducirla mediante un equipo, es importante, aunque a algunos pueda parecerles indiferente una u otra opción, os quiero poner en valor la importancia que tiene, ya que por mucho que se piense que al final ambas cumplen con la finalidad de entretener y solo cambia la forma de manifestación restándole valor, esto pude hacer que vuestro enlace sea o no recordado, como un gran día.
La música es conocida como el lenguaje universal pero, ¿Qué diferente es hablar a los ojos a hacerlo a través de un teléfono, verdad?. Da muchísimo juego contar con músicos tocando en vivo, que llenen el espacio consiguiendo crear momentos especiales haciéndoos partícipes de la actuación.
En la ceremonia, hay posibilidades infinitas desde música únicamente instrumental, pasando por solistas o coros. Cada cuál, aportará su toque, pero no debéis olvidar que lo que debe primar en esta parte de la boda, es crear una atmosfera emotiva con la que acompañar la misa o los votos sin quitarles protagonismo, ya habrá tiempo después para convertirla en el alma máter.
Una vez dado el ¡Sí quiero! pasamos a la parte más social y distendida, hay multitud de grupos cada uno con sus características, que harán del coctel un autentico calentamiento de motores para empezar la celebración dándolo todo en caso de contar con un número de invitados mayoritariamente jóvenes. Buscad el que más os represente, este suele ser el momento para cantar a pleno pulmón las canciones de vuestra vida. También puede ser una oportunidad para tener un ratito más relajado en el que la conversación fluya con música de ambiente. Todo dependerá de vuestra forma de ser y de las características de vuestros invitados.
En el banquete si que es más propicio poner pistas grabadas para hacer la entrada, acompañar la entrega del ramo o diversas sorpresas y detalles que tengan los novios con sus invitados o viceversa, (si las hay).
La barra libre puede ser tipo orquesta o dirigida por un DJ. La fiesta se abre con el baile de los novios, por lo tanto, la decisión también puede tener cierta relevancia si pensamos en como queremos que sea este momento. Siempre es factible ir in crescendo, jugando con la unión de diferentes grupos de artistas, para conseguir que sea memorable, el objetivo está claro ¡QUÉ EL RITMO NO PARE!.
Al final, como todo es una decisión muy personal, y está en cada uno como quiere gestionar su día y su dinero (faltaría más). Pero si buscáis consejo, siempre suma que prime la música en directo.
Desde aquí aprovecho para desearos a todo el gremio, que mañana 22 de noviembre día de vuestra patrona (Santa Cecilia), lo celebréis como mejor sabéis hacerlo.
Laura Valle.
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